Las personas de Jesús

¿Sabes? Cuando estoy con un grupo y alguien dice que quiere contar un chiste, me entra un escalofrío y sufro una especie de taquicardia de tanto como se me acelera el corazón.
Es que, aunque cueste entenderlo, la primera vez que escucho un chiste, de los que todo el mundo considera "buenísimos" no me río. No me preguntes por qué; todavía no he logrado a veriguarlo. Es mucho después, pueden incluso transcurrir meses, cuando por arte de birlibirloque lo recuerdo y empiezo a reirme como una loca. Da igual el lugar donde esté; me resulta difícil controlarme.
El que nos regalas hoy me ha hecho sonreir abiertamente e incluso se me ha escapado un estallido de risa. Ya veremos qué pasará cuando lo recuerde cualquier día de estos. Espero no encontrarme en una reunión del grupo interconfesional y tenerlo que explicar.

Me gusta tu alegría.

Explico...
Formo parte de un grupo de parroquia desde que mi hijo se preparaba para la Primera Comunión. Siempre he tenido la manía de ser consecuente con lo que trato de inculcar y esta fue la forma de acompañarlo...¿cómo lo diría?...de manera práctica.
El grupo del que formo parte está compuesto por personas de diversas edades, en mayor grado de la mía; ¡cincuentones, vamos!. Decidimos desde un principio hacer crítica constructiva desde el mejor lugar que se puede hacer: dentro de la iglesia a la que pertenecemos.
Uno de nuestros objetivos era el buscar algo común a todas las religiones con el fin de poder comunicarnos, ya que partimos de la base que quien cree, pertenezca o no pertenezca a una iglesia u organización, parte de un mismo punto.
Nos costó años, pero gracias al esfuerzo y la perseverancia de una persona de las más mayores, más carismáticas y más sabias de nuestro grupo, se consiguió. Actualmente, una vez al mes, se hacen reuniones con gente de diferentes iglesias y grupos: musulmanes, católicos, evangelistas, mormones; incluso con aquellas personas que creen en las energías o en un dios interior con el que nos comunicamos directamente sin necesidad de intermediarios. Esta iniciativa abre los brazos a todo aquel que quiera compartir sus inquietudes espirituales. De aquí viene el nombre de interconfesional. El lenguaje que utilizamos es Dios, ya que es la característica común que hemos encontrado. Nada de Vírgenes, ni de Jesús, ni de Mahoma...Creo que puedes hacerte una idea.
Sólo me resta añadir a la explicación, que asisto siempre que puedo y que todas y cada una de las personas que encuentro me enriquecen.
Gracias por preguntar.
Un beso.